Ha llegado la hora de hablar de dinero. Este es un tema muy demandado y del que cuesta mucho encontrar información, aunque debo decir que la poca que se puede encontrar en foros y en webs es muy genérica y no suele tener en cuenta la variedad de trabajos que puede desempeñar un profesional de la criminología. Así pues, para saber cuánto cobra un criminólogo hay que tener en cuenta varios factores que vamos a analizar en la entrada de hoy. ¡Vamos allá!
Este artículo es una colaboración con el blog Jurista de Prisiones, de Paloma Ucelay. ¿Qué es el perfil profesional del criminólogo? Esto es muy necesario, porque define qué puede hacer un criminólogo que ningún otro profesional hace. Ya hemos hablado alguna vez de lo que pueden hacer, en general, los criminólogos, pero esta propuesta es mucho más concreta porque trata áreas donde pueden trabajar los criminólogos. Podéis leer el artículo completo aquí:
Aprovecho para daros la bienvenida a mi nuevo blog, CrimiAmbiental, donde encontraréis todo el contenido del antiguo «Sociedad de Conocedores del Crimen» y mucho más. Estará más enfocado a artículos sobre criminología ambiental, CPTED, prevención del crimen y el futuro de la profesión.
Han sido 9 años publicando artículos de opinión, de divulgación y motivacionales para criminólogos, pero también casi una década de investigación personal sobre el pasado, presente y futuro de la profesión de criminólogo en España, y sobre cómo podemos enfrentarnos a los retos que tenemos por delante. Con el artículo sobre el perfil profesional del criminólogo, inauguro una nueva etapa que deseo que os guste y renuevo un proyecto que me ha dado muchas alegrías.
Sobra decir que este nuevo blog no tiene publicidad, podéis leer todo de manera mucho más estructurada y sin las molestias de los anuncios. He editado las entradas más leídas, importantes y buscadas para hacerlas más amigables de cara al posicionamiento y a la lectura. Otras se quedarán como se publicaron originalmente, pues sería una locura renovarlas todas… No obstante, seguiré este esquema más organizado con el nuevo contenido. ¡No olvidéis suscribiros si no lo estáis! Gracias infinitas por acompañarme en esta aventura.
Hace mucho que no publico por aquí. Últimamente he estado más activa en Twitter, aunque reconozco que no me siento como en este espacio, donde se puede escribir más libre y calmadamente. Esto es más importante aún si hay que puntualizar la exposición de temas que pueden suscitar cualquier tipo de polémica (aunque, siendo sinceros ¿qué tema está libre de esto actualmente?). Hoy os traigo una breve reflexión acerca de por qué las estadísticas oficiales de criminalidad no reflejan la realidad. ¡Vamos allá!
Hay algunas casualidades de la vida que hacen que te obsesiones con un número. En mi caso, mi nombre y apellidos tienen 7 letras, tengo varias fechas señaladas que contienen un 7, un familiar al que me parezco mucho falleció el 7/7/77, he vivido en varios sitios relacionados con el 7… en fin. Y, como no podía ser de otro modo, quería escribir algo sobre los años que llevo ejerciendo la criminología y resulta que son 7. Así que aquí va una entrada distendida sobre mi experiencia durante esta etapa, y las cosas que han hecho que me vaya alejando, poco a poco, de ciertas actividades, para acercarme a lo que realmente quería hacer: ejercer la criminología por libre.
Llevo escribiendo la entrada de hoy desde agosto de 2021. ¡No es broma! Por aquél entonces decidí buscar otro país, además de Portugal, que tuviera una regulación de la criminología como profesión, y fui a dar con un interesante documento de la llamada Orden Profesional de Criminólogos de Quebec, que la llevado a cabo la regulación de la criminología en Canadá.
Pero resulta que este documento está en francés y tiene más de 50 páginas. Así que me puse manos a la obra para traducirlo, con la esperanza de que toda la información que contiene pueda darnos alguna idea para lograr la regulación de la criminología en España. La cosa se empezó a eternizar, y entre el poco tiempo que tengo y que tengo que usar el traductor de Google porque no tengo ni papa de francés, me he plantado en enero de 2022.
Así que, hace unos días, pregunté a través de una encuesta en Twitter qué hacer al respecto. Y la inmensa mayoría ha respondido que publicar por entregas. ¡Pues dicho y hecho! Esta es la primera de muchas entradas, en las que compartiré el texto original traducido y lo comentaré en un podcast (subido a Youtube).
En esta primera entrega voy a tratar la introducción, la presentación y los puntos 1 y 1.1 del texto. A continuación podréis leer esos mismos puntos y acceder a una explicación en formato podcast. Esto es nuevo, ¿eh? Y lo he pensado así porque si de cada página saco tres de explicaciones, esto se va a eternizar. La idea es que leáis el texto a vuestro ritmo y luego podáis escuchar el audio para complementar la información (o al revés). Aquí os dejo el índice completo:
Como muchos sabéis el 10 de noviembre salió a la venta el Manual práctico de criminología aplicada (contiene formularios de informes y dictámenes), un libro en el que he tenido el privilegio de aportar un capítulo sobre dos temas en los que acumulo experiencia profesional desde 2014: los informes criminológicos de revisión de casos y los informes de criminología ambiental y seguimiento. Ahora mismo os explico de qué va todo esto y los motivos por los que ya se ha agotado la primera tirada. ¡Vamos allá!
Hoy vengo con dos eventos que anunciar a bombo y platillo: la inminente publicación de un manual que puede cambiar la historia de la criminología en España (¡no es broma!), y la celebración del I Congreso Internacional de Criminología Aplicada, que se celebrará los días 11 y 12 de noviembre de 2021, o sea, la semana que viene para todo el mundo (presencial y online). Pero vayamos por partes…
¿De qué nuevo manual de criminología estoy hablando? Pues de una obra clave para la formación de muchos futuros criminólogos, para la ayuda a la práctica profesional desde diferentes especializaciones, y para el reconocimiento de esta ciencia social en nuestro país. Se trata de un libro titulado «Manual Práctico de Criminología Aplicada», en el que he tenido el honor de participar junto a otros muchos criminólogos (algunos colegas de profesión y profesores de la universidad). Y es que no es un manual cualquiera, ya que contiene formularios y dictámenes aplicables a numerosos campos en los que puede intervenir el criminólogo (judicial, social, vial, cibernético, urbanístico…).
En concreto he aportado un capítulo de dos partes: la primera sobre los informes de revisión de caso, y la segunda sobre los informes de criminología ambiental y de seguimiento (donde hablo, entre otras cosas, de CPTED). Esta fantástica obra se va a presentar en el congreso de la semana que viene (¡seguid leyendo para saber cómo asistir presencial o por streaming!) y la va a publicar el 8 de noviembre una de las editoriales más importantes en el ámbito jurídico: Thomson-Aranzadi.
Mientras sigo preparando una extensa publicación para el blog (cerca de las 30 páginas ya), comparto por aquí una entrevista que he tenido el placer de responder para el periódico La Vanguardia, y que se ha publicado hoy de madrugada. Ha salido en la versión digital incorporada en un interesante artículo sobre los estudios de criminología en España y cómo se ha visto crecer un mayor interés en la profesión a raíz del fenómeno del true crime. Os dejo por aquí el link al artículo completo.
Gracias por leer y hasta la próxima entrada (¡que espero que no tarde mucho más en salir!).
Hace tiempo publiqué por estos lares una entrada sobre los tipos de desapariciones, en la que trataba de clasificarlas y explicarlas bajo mi punto de vista como profesional. Pero desde aquél entonces (principios de 2018), he seguido estudiando este tema, revisando algún que otro caso, y me parece que estaría bien darle una vuelta desde un punto de vista más académico (que no por ello menos práctico). Así que, aunque los artículos de este blog son desenfadados, hoy os traigo una explicación criminológica de las desapariciones, o dicho de otro modo, una aproximación —algo más formal— a los diferentes tipos de desapariciones que, además, está basada en una clasificación que publicaron tres criminólogos de Reino Unido (2003)*.
Os advierto que el artículo empieza de golpe y porrazo porque iba a formar parte de un trabajo más largo (uno sobre el riesgo de desaparición que sigo haciendo como proyecto personal), por lo que es un extracto. Todo este rollo para decir que me baso en la clasificación de unos criminólogos británicos para explicar los tipos de desapariciones. ¡Buena lectura!