Hoy comparto con vosotros un nuevo artículo que hace referencia a la pericial criminológica, y en el cual también he intentado conectarla con la pericial criminalística, ya que ambas están muy unidas en la práctica.
Lunes: Día de la Motivación
La noche pasada hacía mucho calor y me costó mucho conciliar el sueño, así que estuve cerca de una hora urdiendo un monólogo en mi cabeza, que viene a ser algo así:
No hace falta ser ponente de TED para motivarse, ni para motivar a la gente que tienes cerca, aunque a los que no lo somos se nos tome muchas veces por locos.
Haciendo un repaso por los artículos que he ido publicando desde que empecé a hacerlo, sé que el 80% de ellos no son super científicos, ni super políticamente correctos, pero me gusta reconocer en ellos palabras de ánimo que van dirigidas a mis compañeros de gremio, al resto de criminólogos.
Preguntas y respuestas de Criminología
Buenos días.
La entrada de hoy está dedicada a responder una serie de preguntas que me llegan de forma reiterada al e-mail, y a las que no puedo atender de manera personalizada siempre (entre otras cosas por falta de tiempo, y porque no puedo abarcar todas las variables que afectan las circunstancias particulares de cada uno).
He prometido responder a las últimas personas que me han escrito, por medio de esta entrada, para que las respuestas queden aquí para quien pueda sacar algo útil de las mismas.
Las personas que me leen o que me conocen de hace un tiempo, saben que intento ser lo más objetiva posible aunque eso no siempre guste, y que siempre que puedo justifico mis respuestas, así que allá van:
Artículo sobre DACRIM: Breve historia de un nuevo Despacho de Criminología
Tras dos meses y una semana de espera por la huelga de instaladores, antes de ayer vino el técnico del ADSL. ¡Todavía no me lo creo!
Tendré el router en casa en breve, por lo que estoy empezando a organizar los backup y todo lo que tenía desperdigado por varios ordenadores, al no poder usar el mío por la falta de conexión; y es también por eso que ayer me senté de nuevo a escribir un artículo, esta vez sobre DACRIM, el Despacho de Criminología que hemos inaugurado hace unos meses en Madrid, y que ya empieza a despegar.
Os dejo aquí el link para que lo leáis directamente a través de ‘Criminología y Justicia’, y dentro de poco también se publicará en el blog ‘Criminología y Criminalística’.
La foto no le hace justicia al Despacho, y no hablo precisamente del espacio físico, sino de lo que ocurre tras esa puerta cada vez que el equipo de DACRIM se reune… ¡Se hace Criminología, señores! No obstante, hoy recibimos la visita de varios criminólogos y creo que sería una buena idea que me llevase la cámara de fotos 😉
Mientras tanto, seguimos esforzándonos para poder normalizar la profesión del criminólogo, y esperamos poder presentar algún trabajo acabado en los próximos meses. La web oficial está en contínua revisión, y dentro de poco se remodelarán varias secciones para ofrecer más información y actualizaciones recientes.
Mientras tanto, si queréis saber cómo se formó el Despacho, quiénes lo integramos y qué es lo que hacemos, podéis echarle un ojo al artículo.
Gracias por todas las palabras de apoyo recibidas durante los últimos meses, los ánimos y las críticas constructivas 🙂
Novedad editorial sobre menores
Buenos días.
Hoy os dejo un artículo de la criminóloga Mayte Soriano, para la sección de Colaboradores (podéis encontrar más artículos de esa misma categoría, haciendo clic en el menú desplegable de la izquierda y buscándola, ya que están ordenadas por orden alfabético).
Este artículo se publica a modo de presentación del libro «Aspectos Criminológicos del menor de edad: Víctimas e infractores», recientemente publicado (aunque no he tenido ocasión de leerlo todavía).
Comentario de texto
No sabía muy bien cómo titular esta entrada, así que le he puesto el nombre más evidente, ya que es un cometario de texto sobre un extracto del libro ‘Un nuevo modelo del universo’, en el que su autor, Piotr D. Ouspenski (muy recomendable, por cierto), habla acerca de la Criminología.
Os dejo el extracto en forma de dos capturas, y os advierto de que es de un libro que se terminó de escribir antes de 1914, con lo que la visión de Ouspensky sobre la Criminología me parece casi visionaria (en el sentido de que estaba adelantando la visión de tendencias futuras).
Quizá sea por eso que este texto me ha inspirado a escribir en anteriores ocasiones, y de los conceptos criminológicos que propone Ouspensky también surgió un trabajo que realicé en 5º de Criminología. Lo podéis descargar aquí, aunque aviso de que pego rapapolvos a varios colectivos profesionales que están por lo general muy bien considerados, al interpretar determinadas prácticas corruptas como las típicas de una ‘organización criminal’ (está documentado, evidentemente).
Hay que ver, ¡ya me estoy enrollando!
Un año en Criminología: aprendiendo de la praxis
AVISO A NAVEGANTES: Coged algo de comer y de beber, poneos cómodos y agarraos los machos, ¡porque se aproxima una entrada kilométrica!
Hace un año, el blog empezó a virar en la dirección en la que quería llevarlo: publiqué los últimos artículos sobre Criminalística y empecé a centrarme en el panorama criminológico nacional (por ejemplo mediante un post sobre el esperado Colegio de Criminólogos de Madrid, al que por cierto, seguimos esperando).
En definitiva, me empecé a centrar más en la Criminología que quería divulgar, que no necesariamente es la clásica ni la teórica, a las que estamos más acostumbrados, sino una Criminología experimental, o para que me entendáis mejor, algo basado en mis experiencias intentando salir adelante como criminóloga.
Me gusta emplear el término ‘experimental’, porque así es como me siento la mayor parte del tiempo cuando hago Criminología: es una prueba y error contínua, en la que tocas a muchas puertas y no sabes cuál se va a abrir; es como ser un loco del empirismo en una época moderna -donde se supone que todo está ya medido y calculado-, que no termina de encontrar lo que busca.
Como muchos sabéis, ahora mismo me encuentro embarcada en un proyecto de Despacho de Criminología junto a 3 estupendos compañeros de gremio (no puedo revelar aún sus identidades, son como superhéroes), y esto se lleva casi todo mi tiempo, por lo que he decidido reducir las publicaciones y retrasar otros proyectos. Hay cosas que puedo posponer o tomarme con más calma, pero la oportunidad de estar en un equipo como el de DACRIM no la voy a tener todos los días 🙂
Voy a resumir en 5 experiencias, lo que he aprendido este año haciendo una Criminología práctica, o por lo menos no limitándome a leer y a estudiar lo que otros han hecho, aunque sí teniéndolo muy presente.
Sobre el informe pericial criminalístico
Buenos días.
Hace tiempo que observo la cantidad de visitas que recibe el post «Ejemplo de informe pericial criminalístico» (¡ya van casi 2.000 visitas sólo en lo que va de año!).
Algunas personas -especialmente de latinoamérica-, me han planteado por e-mail ciertas cuestiones sobre el informe (especialmente referentes a las fotografías), porque al parecer llama la atención que contenga tantas imágenes.
Hasta donde yo sé, no hay una manera X de hacer un informe pericial criminalístico que sea perfecta, o por decirlo de otra forma, parece no existir un estándar que cubra todas las necesidades del cliente, el juez/tribunal o incluso el propio perito. No obstante, hay varias cosas que yo considero elementales en un informe de este tipo, y son la claridad y la información visual.
El dicho ‘una imagen vale más que mil palabras‘ cobra una nueva dimensión en estos informes, porque hay que tener en cuenta a la persona que los va a valorar (que no necesariamente tiene conocimientos cientifico-técnicos sobre la materia en cuestión), y al menos en el caso de la justicia española, a mi me gusta facilitar el trabajo al que lee, haciendo el informe lo más ameno y directo posible, principalmente por la carga de trabajo que tiene el personal que trabaja en Justicia y por lo colapsada que se encuentra.
Por eso mis informes no tienen 400 páginas (¡ni las van a tener!), ni se basan en parrafadas en las que uno se pierde entre nomenclatura y vocabulario técnico. Está bien emplear un vocabulario formal y llamar a las cosas por su nombre, por supuesto, pero no me gusta abusar del texto y restarle protagonismo a lo que puede explicarse con imágenes, ya que es ese tipo de información el que puede valorar cualquiera si la fotografía o fotografías muestran lo correcto.
Por otro lado, un informe se basa en pruebas, y las pruebas no se pueden explicar en texto. Distina cosa es que se quiera exponer una breve descripción de un proceso o del material que se ha empleado para obtener X resultado.
En el caso del informe de ejemplo, es una práctica que realicé en los laboratorios de Criminalística de la Fundación San Pablo CEU, con material técnico cedido por la Guardia Civil, y que consistía en averiguar si el papel moneda era falso o contaba con las medidas de seguridad que llevan los mismos billetes originales.
Cada caso será diferente y por lo tanto, cada informe necesitará de unas fotografías u otras, a veces más y a veces menos, unas veces con macro y otras al microscopio, etc.
Metedura de pata monumental
Buenos días.
Me da bastante vergüenza escribir esta entrada y tener que publicarla, pero me daría más vergüenza todavía no hacerlo; creo que literalmente, no podría dormir, así que no me queda más remedio.
Hace exactamente un mes (lo que son las cosas…), publiqué un post sobre varios temas, en el que también se incluía una entrada para la serie ‘Personajes’ dedicado a la Dra. Maria Teresa Ramos.
Bien, en esa entrada, comenté que me habían dicho que murió en 2013, y al no tener yo ninguna forma rápida de contrastar esa información, pues metí la pata monumentalmente dándolo por hecho… ¡¡¡Porque no ha fallecido!!! Por suerte no es así.
Diréis, «qué tontería, y ¿para qué lo publicas?». Básicamente considero que tenemos que apechugar con nuestros errores porque es una buena manera de evitar cometerlos de nuevo en el futuro (en serio, espero no volver a ‘matar’ a nadie en mi blog), y porque también demostramos que somos humanos, pero que somos capaces de responsabilizarnos de nuestros fallos, aún cuando no ha habido mala fe.
Pido perdón por los disgustos que haya podido ocasionar con esa información errónea y sobretodo por no haberlo corregido antes (me enteré de mi error ayer por la tarde, con lo cual, he venido a editar el post y a notificarlo lo antes posible).
De verdad, MIL PERDONES. Fue una alegría saber que la entrada de ‘Personajes’ dedicado a esta gran profesional no es un homenaje póstumo, sino uno en vida, porque de verdad lo merece.
Personajes: Mariano Ruiz Funes
Buenos días a todos.
Mientras sigue la huelga de técnicos instaladores de ADSL, me las ingenio para publicar hoy otra nueva entrada para la serie ‘Personajes’; eso sí, antes permitidme una breve (lo prometo) reflexión.
Se acercan las elecciones municipales de Madrid, y de las generales nos separan unos pocos meses, por lo que el panorama político está más revuelto de lo habitual. Si hay algo seguro es que nuestros nuevos dirigentes (sean nuevos de verdad o no tanto) van a tener que enfrentarse a muchos problemas, y por supuesto entre ellos siempre podemos encontrar la criminalidad y la Justicia, por lo que el otro día me puse a pensar en lo que nos gustaría a los criminólogos -y a tantos otros profesionales- tener un Ministro de Justicia concienciado de verdad con este tema y con las dificultades que entraña, o al menos ducho en temas jurídicos, penitenciarios y sociales… Al fin y al cabo, si la criminalidad es un problema social, ¿no sería lógico que también tuviéramos una Justicia social? Hablo por supuesto de una Justicia y un Sistema Penitenciario pensado por y para las personas, en las que no todo sean penas, multas e indemnizaciones.
Me da la impresión (lo mismo son cosas mías, ¿eh?) de que nunca hemos tenido un Ministro de Justicia que se preocupe por exprimir al máximo la justicia restaurativa, la mediación, las resocialización y la reeducación de las personas que están en prisión, y que han de salir el día de mañana. O quizá sí existió ese Ministro…
Hoy quiero hablaros de Mariano Ruiz Funes, que seguro que también tenía sus cosas, pero no se puede negar que dejó una huella tanto en la Criminología española, como en la mexicana.