Hace meses que tengo aparcada esta entrada, y hoy ya no quiero dejar pasar más tiempo sin publicarla.
Enero normalmente es para mi un mes de poner en orden papeles, correos electrónicos, y de desempolvar proyectos que se han ido quedando por el camino el año pasado, y que quiero retomar en algún momento (o descartar definitivamente). Asi es que, haciendo un repaso por los e-mails que me envían lectores y lectoras de este blog, he dado con un patrón común que se puede resumir en cuestiones como:
- No sé por dónde empezar
- No sé si hacer X me puede ayudar
- No sé si es contraproducente que haga Y