Hace un tiempo publiqué un post sobre preguntas y respuestas de Criminología, inspirado en consultas que me hacían personas por e-mail.
Lo cierto es que esta disciplina ‘hermana’ de la Criminología cuenta con muchos curiosos (sobretodo gracias a las series de TV, que han popularizado algunas prácticas), y también con algunas personas interesadas en dedicarse profesionalmente a ello, así que allá van las 3 preguntas que más me han formulado sobre el tema.
1- ¿Complementa la Criminalística a la Criminología?
He ido cambiando de opinión paulatinamente respecto a esta cuestión en el transcurso del último año, así que a algunas personas les habré contestado de forma diferente a como lo voy a hacer aquí; SÍ se complementan muy bien en el ejercicio libre del criminólogo. Me explico.
Mi opinión base sobre este tema casi siempre ha sido que la Criminalística complementa a la Criminología y viceversa, pero que no es imprescindible para un criminólogo profundizar en ese tema si no tiene un trabajo específico en el que sepa a ciencia cierta, que va a usar esos conocimientos o experiencia (por ejemplo, si además es Policía o Guardia Civil y tiene intención de entrar en ‘la científica’).
Como muchos sabéis, yo me especialicé en Criminalística, primero porque me gusta, y segundo porque en el momento en que estudié, era la única opción de especialización (esto no viene a cuento, pero me apena un poco ver como hoy en día han surgido pocas opciones más). En total estudié 5 años de Criminalística, o sea, igual que Criminología, solo que dividido en dos titulaciones diferentes: un curso de 3 años eminentemente práctico (laboratorio) y otro de perito experto en la materia de 2 años (también práctico, solo que enfocado a la confección de informes periciales).
Bien, ya me estoy enrollando, pero a lo que voy; mi idea con esa especialización era ser perito y realizar informes sobre temas criminalísticos, dado que las salidas de Criminología eran prácticamente nulas… ¡Error! Porque tras terminar de estudiar Criminalística en 2012 y de pensar así hasta hace bien poco, ahora veo que las tornas se están invirtiendo: cuando eres criminólogo y uno de tus cometidos es la realización de informes criminológicos, te ves aplicando esos conocimientos de diferentes ramas de la criminalística para poder complementar tus conclusiones, por lo que hoy por hoy opino que tener una base mínima de Criminalística no solo es deseable, sino FUNDAMENTAL para enfrentarse a un caso real.
En un informe criminológico se puede hablar, entre otras muchas cosas y dependiendo del caso, de factores espacio-temporales que han afectado al comportamiento previo y posterior al crimen de cualquiera de los implicados, para lo cual se puede emplear una variante de la perfilación geográfica para situar lugares de los hechos, reconstruir recorridos, etc. Al mismo tiempo es importantísimo hablar de criminodinamia, es decir, la relación e interacción entre criminal y víctima, para lo cual también se pueden emplear disciplinas propias de la Criminalística que apoyen nuestras lecturas, interpretaciones y explicaciones de lo ocurrido (por poner un ejemplo, la informática forense o un estudio hematológico).
Aparte de todo eso, cuando lees los tomos del jurado de un caso te encuentras con muchas cosas a las que aplicar tus conocimientos criminológicos, pero es necesaria una base de Criminalística para poder evaluar si la investigación policial es completa, si los informes se han realizado correctamente, si se han dejado cosas importantes sin analizar, etc. El hecho de poder pedir nuevas diligencias debe fundamentarse en algo, y ahí también entra la Criminalística de la mano de la Criminología.
¿He respondido a la pregunta inicial? Por si acaso lo resumo: SÍ, y la complementa más de lo que nos podemos imaginar en un primer momento. Casi podría decir que en un informe criminológico completo, no cabe una disciplina sin la otra, aunque todo depende del caso.
2- ¿Hay que especializarse en alguna disciplina Criminalística?
En lo personal no lo recomiendo si no tienes ya un oficio relacionado con ello o estás a punto de conseguirlo (como un policía de la científica que vaya a revelar huellas, en cuyo caso te puede servir para profundizar en el asunto).
Cuando terminé los primeros estudios de Criminalística sentí que en el futuro quizá me vendría bien especializarme en una sola rama, pero cuando llegó el momento de elegir el curso de perito, varios años después, me decanté de nuevo por la Criminalística en general, y eso a pesar de que podría haber realizado el curso sólo de armamento y balística, o sólo de lofoscopia. Durante un tiempo me arrepentí pensando que había elegido mal y había ‘repetido’ lo que ya sabía en lugar de profundizar más en algo concreto, pero hoy en día no puedo estar más contenta, porque sé un poco de todo, lo cual es mejor que saber mucho de una cosa cuando sabes a ciencia cierta que en un caso te vas a encontrar con multitud de ramas de la Criminalística.
Por poner un ejemplo, si me hubiera especializado en balística y armamento, no podría usar esos conocimientos en un caso de asesinato con arma blanca, por asfixia, etc. Claro que en España hay casos en los que se usa un arma de fuego, pero afortunadamente, esto no es EEUU, así que resulta mucho más práctico entender un poco de todo.
Por otro lado, los que somos ‘aprendices de todo y maestros de nada’ tenemos una enorme ventaja frente a un super especialista: tenemos una base de varias ramas, con lo que en caso de tener que prepararnos más, y de manera puntual en cualquiera de ellas, podemos hacerlo con más facilidad, y lo más importante, a primera vista, al revisar las diligencias que se han practicado en un caso, ya nos podemos hacer una idea general de lo que es insuficiente o incorrecto y de lo que se puede rebatir o mejorar, es decir, tenemos más ‘facilidad de maniobra’, somos multidisciplinares y somos más flexibles que otros expertos.
Por lo tanto, NO, no es necesario especializarse en una de las múltiples ramas de la Criminalística para aplicar los conocimientos de manera práctica y poder ejercer profesionalmente con ellos.
3- ¿Qué hay de la confusión Criminología-Criminalística?
Francamente, con el tiempo, cada vez me importa menos esta confusión (que en ocasiones no es tal, sino que se mezclan adrede porque resulta llamativo). Recuerdo una anécdota de hace unos meses, cuando fui a una fiesta que organizaba un amigo y me presentó al resto de asistentes como ‘la criminalísta’, ante lo cual ‘salté’ diciendo ‘criminóloga, criminóloga…’, pero luego pensé, ‘¡qué narices, pero si soy las dos cosas!’.
Poco a poco, mi visión sobre este conflicto (si se puede entender como tal), se ha suavizado bastante, y no es que no me moleste cuando en televisión o en un congreso se confunde a ambos profesionales, sino que ahora soy más pragmática: ¿me importa DE VERDAD que el vecino del cuarto no sepa la diferencia? ¿me importa que un ponente en un congreso nos confunda? ¿acaso es un potencial cliente? NO.
Ahora lo único que me preocupa es que sean los abogados, psicólogos, y gente que trabaja en el ámbito judicial en general, quienes tengan claro esas diferencias entre el criminólogo y el criminalísta, porque a fin de cuentas, es con ellos con quienes vamos a establecer más relacionales laborales y a quienes más podemos prestar nuestros servicios.
No hay que agobiarse por problemas que no podemos solucionar completamente con nuestro buen hacer, porque aunque uno se desgañite intentando sacar de su error a todo el mundo, esa confusión parece por ahora una batalla que no podemos ganar, y sinceramente, ¿os habéis preguntado alguna vez si debemos ganarla? ¿debemos ser nosotros los que nos preocupemos por eso? Creo que nuestro futuro profesional es más importante, y si me confunden con Grissom, pues oye, bienvenido sea, ¡ni que fuera un insulto! (aaahhm… aunque ya puestos, me gustaría más que me confundieran con Jessica Fletcher, personaje que tan bien interpretaba la avispada Angela Lansbury en ‘Se ha escrito un crimen’. Soy fan al 100%).
También viene bien tomarse con humor la confusión e intentar sacar algo bueno de ello: a la gente le llama la atención, y los criminólogos no lo tenemos fácil en cuanto a salidas laborales se refiere, así que ¿porqué no aprovechamos el ‘tirón del CSI’ para salir adelante en lugar de quejarnos todo el tiempo? Y ojo, ¡que esto lo dice una que no ha parado de quejarse hasta hace dos días! No me arrepiento de mi actitud porque eso no serviría de nada, pero ahora echo la vista atrás (no muy atrás, insisto), y simplemente veo a una persona que estaba aprendiendo, y que lo sigue haciendo. Es necesario revolverse ante ciertas cosas, pero con el tiempo y con la experiencia, aprendes que hay otras posturas más productivas, y que te hacen perder menos energía.
* Por cierto, SÍ, he mezclado en la imagen que acompaña a este artículo a detectives privados, criminalístas y a una escritora, pero esa es la idea: que como colectivo nos dediquemos a colaborar entre nosotros, a hacerle saber a quien corresponda en qué nos diferenciamos, y en definitiva, respecto a los que nos confunden por desconocimiento o porque es lo que buscan… ‘si no puedes vencerles, únete a ellos’. Eso no quiere decir que si tenemos oportunidad de darnos a conocer, no hagamos nada para deshacer un malentendido sobre nuestras funciones, pero ante la ignorancia o el interés de determinados colectivos y personajes, buen humor y menos rebotes.
La última vez que una persona me dijo lo del CSI, yo le dije algo que no me hubiera creído dos meses atrás: »¡Pues sí, soy como los del CSI, pero además soy Criminóloga! Fíjate, hago las dos cosas». Ante esta respuesta, la otra persona se quedó totalmente confundida, lo cual dio pie a una interesante conversación, ya que le picó la curiosidad por saber lo que eran ‘esas dos cosas’. Y hasta nos reímos, sí 😉