Ya llegó la hecatombe a mi blog. Hay cosas que, por más que uno las quiera retrasar, terminan ocurriendo; el nuevo editor de WordPress está aquí para quedarse. Vosotros no podéis verlo, pero cuesta horrores escribir y maquetar los artículos como antes cuando todo ha cambiado de sitio.
En fin, vamos con el tema de hoy, que no va de música, ni de una tal Sara, ni de un atrevimiento en inglés, sino de tres métodos de análisis del crimen relacionados con su prevención.
El primero del que quiero hablar es de POP, que viene de Problem Oriented Policing, algo así como políticas orientadas a problemas. Lo primero que cabe destacar es que este ha sido un método típicamente usado por la policía en algunos países anglosajones que, sin embargo, parte de un diseño con raíces criminológicas. Se puede definir como un conjunto de medidas que se aplican desde la vigilancia formal, que han surgido de métodos analíticos típicos de las ciencias sociales (especialmente, de la criminología y la victimología). La idea apareció en 1979 y se la debemos al criminólogo Herman Goldstein, que lleva desarrollando POP unos 50 años (no me he equivocado con la cifra, no, ¡y dice que sigue evolucionando!).
Lo que más ha marcado el nacimiento y posterior progreso de POP, desde la criminología, han sido las encuestas de victimización anónimas que no solo tenían en cuenta sucesos que la policía no conocía (porque no se denunciaban), sino que también incluían la opinión de los ciudadanos sobre la propia policía; esto viene a ser como una auditoría basada en datos anónimos, y sacó a la luz muchos problemas que, según Goldstein, impedían que las actuaciones de la policía mejorasen. Una de sus conclusiones más importantes fue la siguiente:
Conocer lo que se cuece realmente en las calles es mucho más importante que invertir todos los recursos en intentar mejorar los métodos de actuación policiales o que hacer encuestas internas en los cuerpos policiales.
Así que POP no solo sirve para prevenir el crimen antes de que ciertos problemas se desarrollen o estén fuera de control, sino que tiene en cuenta las propias organizaciones policiales, sus agentes y su forma de actuar; el objetivo de POP es rediseñar la manera en que se conciben las políticas para la prevención del crimen. Si os interesa profundizar en este tema, el propio Goldstein tiene un libro llamado Problem Oriented Policing donde explica el método en detalle.
Lo más increíble de POP, en mi opinión, no es su forma de darle un giro de tuerca a la utilidad de las encuestas de victimización anónimas, sino la influencia que ha tenido en la concepcción de otros modelos preventivos. Porque resulta que POP fue el precursor de SARA y DARE, que veremos a continuación.
La historia de SARA empieza de nuevo con Goldstein, que tenía dos colegas criminólogos llamados John Eck y Bill Spelman que quedaron muy impresionados por su trabajo con POP. Así es que deciden llevar más allá todo esto de los modelos preventivos e idear su propio método: SARA, que es un acrónimo que viene de Scanning, Analysis, Response y Assesment; en otras palabras, algo así como exploración, análisis, respuesta y evaluación. Si conocéis el modelo DARE seguro que esto os suena, pero antes de abrir ese melón, resumo los pasos que hay que dar para aplicar el SARA:
- Exploración: el primer paso es buscar incidentes que se repiten, o dicho de otra manera, problemas de tipo criminal que sean recurrentes. Los delitos similares se agrupan en lo que se llaman clusters.
- Análisis: una vez se tienen agrupados los incidentes, el segundo paso es recopilar toda la información posible para analizarlos. El objetivo de este paso es identificar sus posibles causas.
- Respuesta: en este tercer paso se lleva a cabo un diseño inteligente de respuestas ante las causas de los incidentes; dichas respuestas deben hacerse a medida para cada tipo de cluster.
- Evaluación: el último paso consiste en evaluar si las respuestas diseñadas son las adecuadas o no, o sea, que es una especie de comprobación para saber si vamos por buen camino o no. Aquí evaluamos la efectividad de las respuestas y, si es necesario, el proceso comienza de nuevo (por ejemplo, si se da el caso de que las respuestas no están funcionando).
Quizá el anterior listado os recuerde también al ciclo de mejora continua que se utiliza en algunos sectores de la seguridad privada, y es que parece que la influencia de SARA (con POP como antecesor) podría ir más allá de lo que imaginamos.
Lo que más me gusta del método SARA es que anima a buscar nuevas soluciones y alternativas a las respuestas convencionales. Recordemos que, en el ámbito de la prevención criminal, es muy importante estar al día por lo rápido que pueden cambiar las tendencias en criminalidad; sin duda, este método ayuda.
¿Y qué hay de DARE? Pues es otro modelo fuertemente influenciado por POP y la criminología, que empezó a surgir a finales de los 70, aunque, probablemente, su mayor evolución ha tenido lugar durante los 80 y 90. Adivinad quién lo creó… Otra vez Goldstein, pero esta vez acompañado de su colega Eck, ¡lo tienen todo copado estos señores! DARE se parece mucho a SARA, porque también es un modelo de 4 pasos cíclicos, que se puede utilizar para reducir la incidencia criminal; se hizo especialmente popular en países como Australia, Canadá, Nueva Zelanda o Estados Unidos.
El objetivo de DARE es reducir la criminalidad utilizando para ello los recursos necesarios, asegurando que se gestionan adecuadamente y evitando que se desperdicien (me atrevo a decir que este es el sueño de los españoles, pero aplicado en general, no solo para la criminalidad). Esto es especialmente importante al inicio del proceso, cuando se deben identificar los problemas. Al igual que SARA, DARE es un acrónimo, y viene de Description, Analysis, Reflection y Evaluation, que se puede traducir como descripción, análisis, reflexión y evaluación; vamos con el resumen de estos cuatro pasos:
- Descripción: tal y como su nombre indica, el primer paso consiste en describir el problema, para lo cual hay que identificarlo primero (no podemos describir algo que no conocemos). Al igual que SARA, se suelen buscar problemas recurrentes, en tanto son potencialmente más dañinos para la sociedad. Hay que confirmar que, efectivamente, ese problema existe, y ver desde cuándo se viene repitiendo (definirlo y acotarlo).
- Análisis: el segundo paso consiste en recopilar información detallada sobre el problema para intentar comprenderlo lo mejor posible. Esto implica identificar otros factores que pueden estar generando o influenciando la criminalidad observada, como el ambiente, la demografía, etc. Entonces se proponen hipótesis acerca de por qué creemos que tiene lugar dicho problema, y se identifican todos los recursos que se podrían usar para minimizarlo.
- Reflexión: en esta etapa se evalúan las respuestas que se han aplicado anteriormente para solucionar el problema (si las hay) y se intenta averiguar por qué han fallado; en ese aspecto, se reflexiona sobre las anteriores actuaciones, con el objetivo de mejorar su efectividad. En esta fase son habituales las tormentas de ideas para aproximarse al problema desde una nueva perspectiva.
- Evaluación: la cuarta etapa cierra el ciclo y lo reinicia, porque, igual que ocurría con SARA, consiste en comprobar si la nueva respuesta es efectiva o no. Para ello es necesario recopilar información detallada de la situación antes y después de aplicar la nueva respuesta (si no, no tendremos nada con qué comparar para saber si mejoramos o no). Las evaluaciones deben ser permanentes para garantizar que el proceso de resolución de problemas es efectivo, está actualizado, no se estanca, etc.
Como véis, SARA y DARE son muy parecidos, y yo diría que son métodos análogos. Hay diferencias sutiles entre ambos, pero básicamente, son métodos que sirven para que la prevención criminal y las respuestas a los problemas delictivos, sean las más eficientes, consuman los recursos mínimos y sean acordes a la situación actual.
Hasta aquí la entrada de hoy. Este año me está costando más de lo normal mantener activo el blog, pero lo cierto es que he pasado más tiempo del previsto estudiando, documentándome y escribiendo otros proyectos que quisiera hacer públicos antes de fin de año. ¡Esperemos que así sea!
Gracias por leer y cuidaos.