Hoy quiero hablar sobre una cuestión que es consulta habitual en correos electrónicos que me escriben lectores y lectoras del blog; la mayoría son estudiantes de los últimos cursos de la carrera de Criminología, o bien egresados recientes. Y la cuestión que se repite en muchos de estos correos es: ¿cómo ser perito en criminología? Para responder a esta pregunta me voy a apoyar en legislación española y también dejaré algunos links de lecturas recomendadas. ¡Vamos allá!
¿Puede un criminólogo ser perito?
Para empezar, en España hay dos textos legales que regulan la actuación de los peritos: la Ley de Enjuiciamiento Criminal (a partir de ahora, LECrim) y la Ley de Enjuiciamiento Civil (a partir de ahora, LEC). En la LECrim podemos encontrar la regulación de la actuación de los peritos en asuntos penales, mientras que en la LEC encontramos lo mismo pero para asuntos civiles. Aquí hago un pequeño inciso: los criminólogos podemos ejercer como peritos tanto en casos penales como civiles (aunque, evidentemente, hay otros ámbitos), y pongo un par de ejemplos: un informe criminológico sobre un delito de lesiones, y un informe criminológico sobre una disputa por una herencia. Los peritos pueden ser requeridos por un cliente y/o su representante legal, o por un juez; en los dos primeros casos sería un perito de parte y, en el último, un perito de oficio.
Tipos de peritos en España
En realidad, lo importante es que existen dos tipos de peritos (según el artículo 457 de la LECrim):
- Peritos titulares, que son los que tienen un título oficial, como una licenciatura o grado en Criminología.
- y peritos no titulares, que son los que NO tienen título oficial, pero sí unos conocimientos y experiencia suficientes en la materia (pueden también tener un título no oficial en criminología).
El caso es que los jueces dan preferencia a los peritos titulares en el caso de necesitarlos (artículo 458 de la LECrim), así que tener un título oficial tiene ciertas ventajas para ejercer de oficio. Os recomiendo leer el título VII de la LECrim si queréis profundizar en este tema porque trata sobre el informe pericial y todo lo que concierne a los peritos en este ámbito; he dejado links al respecto que llevan a la web Noticias Jurídicas porque siempre está al día, e indican cualquier derogación o actualización más rápido que una canica cuesta abajo.
¿Basta con ser criminólogo para ejercer de perito?
Vale, vale, pero esta es la parte teórica, legal… ¡como lo queráis llamar! La cuestión que no deja dormir a algunas personas sobre cómo ser perito en criminología no se limita a lo que dice la ley; también es necesario responder desde un punto de vista más humano, porque lo que mucha gente se pregunta, en el fondo, es si está preparada para ser perito en criminología una vez haya terminado la carrera. Esta cuestión no es baladí, porque puede llevar a una toma de decisiones que es incluso más complicada… Así que vamos por partes.
Lo primero que hay que tener claro es que una cosa es la formación en criminología y otra la educación en criminología; algunas personas usan formación y educación como sinónimos (que es un error), mientras que otras lo utilizan, casi exclusivamente, para diferenciar lo que aprendes en casa y lo que aprendes en el colegio. Dejadme tirar de la RAE, que hace mucho que no lo hago y es necesario para llevar estas palabras a nuestro terreno.
Formar es:
preparar intelectual, moral o profesionalmente a una persona o grupo de personas.
O sea, que cuando estudiamos Criminología nos preparan para ejercer esta profesión o, al menos, nos capacitan para que podamos realizar varios trabajos relacionados con esta ciencia (elegir y aplicar varios métodos de investigación en ciencias sociales, entender y manejarnos con varias leyes, comprender y aplicar varias teorías sobre el tratamiento y la prevención de la criminalidad en todas sus formas, etc.).
Sin embargo, educar es:
desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales de un niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.
La educación en criminología no necesariamente se adquiere en la universidad, aunque puede ayudar porque estamos constantemente con deberes, trabajos, exámenes… vamos, que nos evalúan a menudo y eso fuerza que tengamos que desarrollar o perfeccionar ciertas facultades. Por desgracia, el sistema educativo español se centra demasiado en la memoria y poco en la creatividad o la resolución de problemas.
Dificultades para ser perito criminólogo
¿Qué ocurre entonces cuando uno se plantea la posibilidad de ejercer como perito en criminología? Pues, normalmente, que tiene un batiburrillo de conocimientos y facultades que no sabe cómo utilizar, y esto hace que mucha gente piense -erróneamente- que le falta formación. Entonces empieza el cuento de nunca acabar de los cursos y másteres de especialización, que, ojo, pueden estar muy bien cuando se busca conscientemente especializarse, pero, no necesariamente ayudan a la hora de ejercer como perito (matizo, porque sí pueden ayudar a ser elegido para elaborar una pericial sobre una materia concreta… lo cual no quiere decir que sepas hacerlo). De nuevo, la formación en una materia, no es lo mismo que la educación.
¿Necesito una especialidad para ser perito en criminología?
Ahora que he hablado de las especializaciones, desmiento otro mito que parece muy extendido, y es que para ser perito criminólogo se necesita una especialidad. Pues no: para ser perito criminólogo no hace falta tener una especialización en nada. La criminología ya es, por sí misma, una materia que permite elaborar informes y periciales sobre muchísimos temas (incluyendo periciales para los ámbitos de penal y civil, como decía al principio). ¿Que además de Criminología se tiene una especialización en X? Perfecto, no hará daño, pero no es necesario para ser perito. Todo esto lo digo por experiencia vital y profesional, porque, a la hora de la verdad, se valora a los profesionales polivalentes; el terreno judicial es tan amplio y te puedes encontrar tantos casos diferentes, que es mejor estar preparado para cubrir un amplio abanico de necesidades. Lo cual no quita que te puedas formar en una especialidad.
Por ejemplo, yo solo estudié Criminología (diplomatura primero y licenciatura después); cuando salí de la carrera pensé lo típico, que necesitaba una especialidad para hacer periciales, y como ya tenía un título de criminalística… me hice un curso de perito en criminalística. Sí, en la época en la que yo estudié no había tanto donde elegir como hay ahora. La gracia es que siempre que he ejercido como perito ha sido como criminóloga, nunca como criminalísta, aunque ha sido un buen complemento para evaluar partes de casos en los que entra en juego esta materia (que es bastante a menudo). Como decía antes, una especialización es un complemento más, pero no es necesario para ser perito en criminología.
Consejos para ser perito criminólogo
No creáis que me he olvidado de profundizar más en eso de la educación en criminología; ahora mismo os doy la brasa otra vez, porque es un tema bastante trillado en este blog: la educación en criminología nunca termina. ¡Sorpresa! Y no esperéis que os eduquen en la universidad además de formaros, porque os tenéis que auto-educar vosotros. ¡Sorpresa otra vez! Si queréis ejercer como peritos en criminología vais a tener que desarrollar y perfeccionar facultades intelectuales que no siempre se enseñan en la universidad, simplemente porque no se puede todo; hay cosas que se tienen que aprender sobre la marcha, en la vida real, porque es muy difícil hacer un simulacro que sea realmente útil. Por ejemplo, este año me han contactado varios alumnos de universidades que querían hacer prácticas, y es algo que me encantaría hacer, pero me es imposible debido a la confidencialidad de los casos. Por eso estoy trabajando en el diseño de un caso tipo (lo más completo posible) que pueda servir para estos menesteres, sin contener información sensible sobre clientes y otras personas que aparecen en documentos judiciales.
Para educarse en criminología hay que ser autodidacta, proactivo, estar motivado por algo y estar dispuesto a pagar el precio que requiere (esfuerzo, tiempo, dedicación, constancia…). Otro ejemplo: hace años que decidí que me quería especializar en prevención criminal mediante el diseño ambiental (CPTED) y he hecho todo lo que está en mi mano para conseguirlo. No puedo decir que tenga ningún título concreto que me habilite para ello, a excepción de la licenciatura en Criminología, pero he conseguido tener algo de experiencia profesional, he publicado varios libros y puedo decir que sé más y soy más competente cada año que pasa. No me pongo grandes metas, pero me esfuerzo por tener una base sólida de conocimientos teórico-prácticos y asegurarme de que cada año van a más.
Esto es algo importante cuando te educas en criminología: si no es difícil o no ves que vas a más… no estás haciendo lo suficiente. Es como ir al gimnasio siendo Conan y levantar una mancuerna de 2 kilos. ¿Qué esfuerzo estás haciendo para las capacidades que tienes? Ninguno. O como ir al gimnasio durante un año entero (¡milagro!) y hacer siempre la misma tabla de ejercicios; si no es cada vez un poco más difícil, te quedas estancado y no avanzas (esto puede estar bien para un mantenimiento, pero no es lo que buscamos en criminología, ¿no?).
Qué hacer ser perito en criminología
Así que, para ser perito en criminología, ya tienes mucho hecho si has estudiado la carrera. Y si no estás seguro de querer especializarte en algo, te animo a que te eduques día a día para ello: lee todo lo que puedas sobre cómo ejercen los peritos en tu país, busca alguna guía (como esta, de la Comunidad de Madrid) para saber qué debes hacer para ejercer de oficio, aprende a usar las herramientas necesarias para buscar clientes por tu cuenta, aprende a hacer un plan de negocio y busca formación (aquí sí) para ser emprendedor; hay muchos cursos que te pueden ayudar y resolver miles de dudas. Por otro lado, haz tus propios simulacros: ve a juicios con audiencia pública y aprende a tomar notas relevantes y a analizar los casos; diseña tus propios modelos de informe según las necesidades de cada uno. También puedes buscar sentencias publicadas en Internet para manejarte con el lenguaje jurídico, porque, sí, tendrás que redactar cosas similares en algún momento.
Básicamente, educarse en criminología implica leer mucho y poner en práctica todo lo posible, aunque sea solo para ti; aquí entra en juego la creatividad porque tendrás que idear tus propios ejercicios y averiguar cómo hacer las cosas para hacerlas funcionar. ¡No te preocupes si no es perfecto! Lo importante es que, conforme pasa el tiempo, puedas auto-evaluarte y auto-corregirte porque has mejorado… y tranquilidad, ¡que la vida y otras personas también lo harán! Aunque algunas veces sea un aprendizaje un tanto duro, es igualmente valioso. La edad no es excusa para no prestar atención a la educación, y no importa la que tengas: siempre hay cosas nuevas que aprender y siempre hay cosas viejas que mejorar (como decía la RAE, desarrollar y perfeccionar).
Otro asunto es el de aprender a hacer informes y periciales criminológicas, algo por lo que también pregunta mucha gente. Sería deseable que se dedicase más tiempo a esto en las universidades, pero como digo, es cuestión de buscar buenos recursos sobre el tema y ponerlos en práctica cuanto antes.
Otras cosas…
Antes de marcharme otra vez hasta no se sabe cuándo (aunque me gustaría publicar pronto algo que tengo pendiente), comparto dos eventos de criminología organizados por la UNED: el viernes 26 por la tarde y el sábado 27 por la mañana se celebra el seminario «La Criminología como explicación de la criminalidad y su rol en el control y prevención del delito». Aquí os dejo link al programa y aquí el de inscripción (es gratis, pero hay de plazo hasta el 26 a las 13:00). Y si estáis libres el viernes 26 entre las 12:00 y las 14:00, la misma UNED celebra la XXX sesión del Seminario Internacional Permanente de Derecho penal y Criminología, que esta vez trata sobre la eutanasia; os dejo aquí el link para la inscripción, que también es gratuita y hay de plazo hasta el jueves 25 a las 13:00. Todos los anteriores horarios están indicados en la hora peninsular española.
Nos leemos en la siguiente entrada 🙂