Comparto por aquí el último artículo que he escrito para ‘Criminología y Justicia’, esta vez sobre salidas de la Criminología, pero como siempre, con tintes de reflexión acerca de hacia dónde nos movemos como colectivo. Podéis leerlo haciendo clic aquí.
Como ya viene siendo tradición, he intentado ser concisa y me ha salido un artículo larguísimo, así que gracias de antemano si tenéis tiempo y ganas para leerlo, y sobretodo, para comentarlo o pensar sobre el tema 🙂
Carlota, eres una valiente. Y un tesoro para tu gremio 😉
Me quedo con dos frases del artículo que resumen ese cambio de perspectiva y de actitud, necesario para que la Criminología pueda avanzar:
«Estamos empezando, no terminando».
«Tenemos la oportunidad de dictar nuestras propias reglas en lo que a ejercer se refiere y a ser pioneros. Hay profesionales de otras ramas que matarían por haber vivido los inicios del desarrollo de su ciencia y por haber ayudado a definirla. ¿Porqué todavía vemos esto como algo negativo?»
Ya sabes que espero encontraros codo con codo, un día no muy lejano, en las juntas de tratamiento de las prisiones. Efectivamente, haría falta un punto de vista criminológico para predecir correctamente la peligrosidad criminal. Los juristas ni siquiera podemos hacerlo desde el punto de vista psicológico, como comentas, eso se lo dejamos a los expertos, los psicólogos de prisiones. Nosotros más bien aportamos el punto de vista jurídico objetivo (antacedentes penales, penitenciarios, historial delictivo, disciplinario, etc.), que se suma a las valoraciones del psicólogo, del educador y del trabajador social. Esto es un trabajo multidisciplinar de equipo, no hay que olvidarlo. Y ahí os esperamos 🙂
Un saludo y a seguir así,
Paloma Ucelay
Muchas gracias Paloma 🙂 Tu post sobre lo que hace un jurista de prisiones me ha inspirado mucho, y también me ha ayudado a comprender mejor vuestro papel. Creo que es muy importante que todos tengamos claro lo que tu comentas, que esto es un trabajo en equipo, y que cada uno tenemos que aportar nuestro conocimiento y trabajar codo con codo. Ojalá algún día lo podamos hacer.