Como algunos sabéis, ayer fue mi Openclass sobre el Informe Criminológico para la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR).
Quiero agradecer a los organizadores esta oportunidad para dar a conocer lo que hacemos y podemos hacer los criminólogos, y especialmente a todos los que asistieron en directo desde España y desde fuera, que fueron muchos. Estaba un poco abrumada por la cantidad de inscritos que había (145), pero en general la cosa fue fluida y terminé a tiempo.
No obstante, solo me dio tiempo a contestar dos preguntas, pero he pensado que sería una buena idea responder desde este, mi blog personal, a algunas cuestiones que pueden ser interesantes, aunque muchas creo que se aclararon durante la ponencia.
Por cierto, si os quedasteis sin poder ver la charla, no os preocupéis, porque me confirmaron que se colgará en Youtube (aunque aún tardará un poco). Estaré pendiente para avisaros desde aquí y dejaros el link.
Si alguien quiere descargar la ponencia, aquí os la dejo en formato PDF: El Informe Criminológico
Vamos ya con las preguntas:
1. ¿Cómo comenzaríamos a analizar una conducta?
Esta pregunta se puede responder desde el punto de vista de muchas especialidades, pero voy a centrar la respuesta atendiendo a la perfilación criminológica, porque creo que será lo más adecuado.
Para analizar una conducta (bien sea de una víctima o de un/a agresor/a), lo primero es determinar qué puntos queremos esclarecer mediante esa perfilación, es decir, habría que marcar unos objetivos específicos a los que queramos llegar a través de ese análisis de conducta.
Por otro lado, me gustaría aclarar que la conducta es solo una de las múltiples facetas personales que podemos analizar a la hora de hacer perfilación criminológica, ya que si bien la manera de comportarse y actuar son importantes, puede haber otros factores a tener en cuenta, como el estilo de vida, los gustos personales, las compañías que se frecuentan, y un largo etcétera.
Por lo tanto, aunque esa conducta a analizar va a depender completamente del caso ante el que nos encontremos, yo diría que lo principal es determinar las características de la misma, como por ejemplo, qué tendencias comportamentales tiene la persona objeto de nuestra perfilación: ¿Se comportaba normalmente así? ¿Hubo algún cambio en su manera de actuar o de ser con los demás, los días o momentos previos al hecho? Si es una conducta atípica, ¿qué pudo provocar dicho cambio? …
En fin, son preguntas de ejemplo que nos pueden orientar a la hora de analizar una conducta, pero cada caso es un mundo y es complicado responder a esto de forma más precisa.
2. ¿Cualidades de los que forman el Despacho DACRIM?
Pues yo diría que como en todos lados, hay un poco de todo, pero en general destacaría que somos personas insistentes, que se nos mete algo en la cabeza y lo intentamos hasta agotar todas las oportunidades (un poco cabezones, si lo queréis decir así, jaja). También sabemos frenar cuando vemos que un camino no nos lleva a ninguna parte (aunque esto lo hemos aprendido a base de prueba y error).
Somos gente que ha ido perdiendo el miedo al fracaso poco a poco, porque con el tiempo, te vuelves menos impulsivo y también más paciente. Hemos aprendido que esto es una carrera de fondo y hay que medir las fuerzas, además de determinar en qué invertimos más tiempo y en qué cortamos…
Como equipo, aprendemos mucho los unos de los otros, sobretodo de las dificultades que vivimos en el día a día y de las eventuales. También destacaría, que a la hora de trabajar en equipo y coordinarnos con otros profesionales, somos gente abierta a propuestas, que buscamos en la medida de lo posible las posturas intermedias, y que no nos estancamos mucho a la hora de tomar decisiones, porque por desgracia el tiempo apremia y a veces es preferible tomar una decisión que no es la mejor, pero que al menos te hace mover ficha y no quedarte estancado.
En realidad, antes de conocernos y empezar en esta aventura juntos, todos eramos muy proactivos, no esperábamos a que vinieran a buscarnos; buscábamos mejorar y avanzar por nuestra cuenta, con los medios que tuviésemos (¡y eran muy pocos!). Mas vale hacer algo que quedarse parado; y si lo haces mal, experiencia muy valiosa que te llevas. Pero ante todo, no quedarse inmóvil por miedo al fracaso.
3. ¿En qué medida son relevantes los informes criminológicos en un proceso judicial?
Pues por mi experiencia te diría que tienen mucha relevancia; y si tengo que decirlo en una escala, siendo 0 nada relevante, y 10 super relevante, diría que un 7.
No puedo hablar de casos concretos por temas de confidencialidad, pero con todos nuestros informes hemos conseguido algo, ¡aunque no fuese necesariamente aquello que pretendíamos! A veces hay consecuencias positivas inesperadas, y otras cosas que esperas no las consigues, pero creo que es tremendo que con todos y cada uno de los informes consigas algo.
Por poner ejemplos, un informe criminológico puede ser relevante en la medida en que puedes conseguir paralizar un juicio y aplazarlo, para que se vuelva a abrir la fase de instrucción; puedes reactivar un caso que lleva meses o años en archivo provisional; puedes conseguir que se practiquen nuevas diligencias; puedes evitarle a un cliente el mal trago de tener que ir a juicio contra una aseguradora que se niega a cubrirle un percance; puedes aportar datos que no se habían descubierto en un caso, solo por ordenar información de un Sumario (mediante una reconstrucción de hechos o de otro tipo); puedes ayudar a clientes a ahorrar dinero acudiendo a otros profesionales que no son los indicados para lo que necesita; puedes demostrar que estás ante un caso de delitos conexos y conseguir que se abra una investigación paralela; puedes conseguir que se tome declaración de nuevo a ciertos testigos/implicados en un caso; puedes conseguir aportar algo a un caso desde el punto de vista de la Criminología actuando como informante de un cuerpo policial… ¡Así que fijaos si tiene relevancia un informe criminológico!
4. ¿Qué elementos esenciales se deben corroborar en una investigación?
Esta pregunta me resulta ambigua, pero voy a partir del hecho de que se refiere a investigación criminológica. Si queréis saber más sobre esto, os remito a un artículo anterior que publiqué hace unos meses, donde hablo sobre el tema (punto 6, abajo del todo).
En cuanto a los elementos esenciales que se deben corroborar, eso depende completamente del caso que te toque, porque no es lo mismo un homicidio que una agresión ilegítima. Así a bote pronto diría que es esencial corroborar los lugares o puntos geográficos relevantes, como domicilios, lugares de paso, escena o escenas de los hechos, etc.
También es muy importante conocer bien las horas y fechas en que ocurrieron ciertas cosas. Los números pueden ser -con perdón- muy puñeteros de analizar, porque en el caso de las reconstrucciones de telefonía móvil, puedes pasar horas delante de un taco de folios donde solo hay tablas y tablas y tablas llenas de fechas, horas y números de teléfono, y llega un momento en que te hacen los ojos chiribitas.
Es muy importante comprobar que los hechos que se describen en el Sumario, ocurrieron donde y cuando se dice, siempre que esto sea posible.
5. ¿Por qué se ha tardado tanto en dar representatividad e importancia al informe criminológico? Lleva siendo necesario desde hace mucho tiempo y hasta relativamente pocos años, no se ha empezado a oír hablar sobre él.
En este asunto, yo considero que confluyen varios factores. Por un lado, hay criminólogos ejerciendo desde antes siquiera de que existiera la Licenciatura (y por lo tanto, mucho antes que el actual Grado), pero era otra época (finales de los 90, principios de los 2000); no había redes sociales, y no todo el mundo tenía Internet. Creo que el mundo de la Criminología ha tardado en dar el salto a la red, y no se promociona igual que otras profesiones porque hasta hace 4 días, ni siquiera teníamos Colegios Profesionales.
Ya por aquél entonces había criminólogos trabajando como tal, incluso en instituciones públicas como Centros de Menores y Oficinas de Atención a las Víctimas (tenemos el ejemplo de Canarias, con criminólogos pioneros y que llevaron muy lejos la profesión), y por supuesto que existía la herramienta del Informe Criminológico. Lo que ocurre, es que esas primeras generaciones de criminólogos se hicieron mayores, algunos cambiaron de profesión, y no necesariamente todos pudieron o quisieron continuar con los estudios cuando se hicieron oficiales con la Licenciatura, en 2003.
Tened en cuenta que la Criminología ha sufrido muchos cambios en los últimos 15 años, sobretodo a nivel educativo, y eso ha hecho estragos a la hora de poder organizar la profesión, especialmente porque ya había gente ejerciendo antes, y aunque muchos cambios han sido positivos, otros han venido a ‘romper’ la continuidad del libre ejercicio de los criminólogos. Supongo que por esos motivos y otros tantos, no hemos podido mantener una cierta constancia en lo que hacíamos, y hemos perdido mucho terreno que ahora nos toca volver a ganar.
Cuando uno estudia la historia de la Criminología española, y se informa de primera mano conociendo a gente ‘de la vieja escuela’, o que ha vivido como profesional la etapa anterior a la Licenciatura y al Grado, se da cuenta de que todo lo que conocemos ahora, existía desde hace mucho, pero que por las circunstancias que han rodeado a esta profesión, como gremio nos hemos visto obligados a empezar desde cero, no una, sino en varias ocasiones.
Yo tengo la suerte de pertenecer a una de las pocas generaciones que hizo la Licenciatura, y no he tenido que vivir las dificultades que han vivido criminólogos que estudiaban esta carrera a finales de los 80 y principios de los 90… ellos han tenido que pasar por situaciones que las nuevas generaciones jamás conoceremos (o eso espero), y conociendo algunas de sus historias, es increíble que hayamos llegado a donde estamos hoy y no se haya acabado con la profesión. Tener hoy en día tantas universidades que imparten estudios oficiales en Criminología, y tener 3 (casi 4) Colegios Profesionales, es un lujo comparado con otras épocas.
Como todas las nuevas generaciones, nos quejamos de las adversidades que nos toca vivir, pero sinceramente os digo, que tenemos un camino mucho más llano que aquellos primeros criminólogos, que ya emitían informes cuando muchos nos chupábamos el dedo (o casi). Tengo conocimiento de informes criminológicos que se enviaban a los juzgados ya en el año 1995, pero seguro que los hubo anteriores.
La diferencia es que ahora hay Internet, hay mucha más información disponible, y por suerte, aún hay criminólogos ‘de la vieja escuela’ en activo, que van aportando sus granitos de arena a las nuevas generaciones (otros ya jubilados, y otros han estado al pié del cañón hasta su último día, literalmente).
Cuando conoces ciertas historias, y eres consciente de que esta profesión ha estado a punto de desaparecer, sientes que tienes que hacer algo, que no puede caer en balde todo el esfuerzo que han hecho otros para que nosotros tengamos las oportunidades que tenemos ahora. ¿Que sigue siendo difícil ejercer como criminólogo? Pues sí, claro que es difícil, pero es que no hay alternativa. Como nos dediquemos todos a dar palos de ciego y a estudiar otras cosas, esta profesión jamás prosperará. De verdad que hace mucha falta empezar a asomar la cabeza, aunque sea tímidamente, porque si no nos conocen, si no saben lo que podemos hacer, ¿quién va a contratar a un criminólogo? Hay que predicar con el ejemplo, y por eso en DACRIM nos esforzamos por llevar la Criminología a la práctica, al mundo real, porque necesitamos ejemplos de emprendimiento actuales y necesitamos retomar todo lo que se hizo y se perdió.
Madre mía, vaya chapa que os he dado al final… Creo que vamos a tener que hablar de este tema largo y tendido a lo largo del próximo año. Sería una buena idea, aprovechando que el Colegio de Criminólogos de Madrid va a celebrar su Asamblea Constituyente el 30 de enero de 2018 (¡y si queréis participar y votar, hay que estar en el censo!).
Veré que puedo hacer para recopilar historias de criminólogos que llevan aquí más tiempo que nosotros, porque seguro que os resultan tan fascinantes como a mí 🙂
Nos vemos en la próxima entrada, pero por si no puedo escribir antes de 2018, felices fiestas y feliz año nuevo a todos por adelantado.