Hoy es 19 de noviembre, lo cual quiere decir que es el World Toilet Day (algo así como el día mundial del retrete). He estado esperando a este día para presentar mi nueva publicación en papel que se titula «Aseos públicos seguros», y que está centrada en aplicaciones de la CPTED de nueva generación para esta clase de espacios (sobre todo para aquellas cabinas que encontramos en las calles).
El libro es más breve que el primero que publiqué, pero también es más específico; de hecho, es el primero en español que trata sobre ese tema, y forma parte de una serie de publicaciones que iré lanzando durante los próximos meses/años, que son las «Guías CrimiPerito». Estas guías son independientes entre sí, pero lo importante es que atienden a una serie de necesidades transmitidas por varios profesionales y personal de ayuntamientos con los que he mantenido reuniones. Vamos primero con algunas novedades relacionadas con esta publicación y luego os cuento un poco más sobre ella y su razón de ser…
Experiencia escribiendo Aseos públicos seguros
En cuanto a «Aseos públicos seguros», está disponible a través de Amazon (España e internacional) desde la pasada madrugada; en breve estará disponible la vista previa en dicha plataforma, y como podéis ver en el lateral del blog, ya he preparado un banner dedicado. Ha sido una publicación necesaria por lo inabarcable que me resultaría escribir de manera general sobre CPTED, y porque dos ayuntamientos interesados me han propuesto escribir sobre aseos públicos; en concreto, sobre cómo hacerlos más seguros a través de su diseño y ubicación. Supongo que esta es una de las ventajas de presentar proyectos ya desarrollados para demostrar que tienes ciertos conocimientos sobre un tema, y que te esfuerzas por mejorarlos año tras año.
Desde 2014 he estado desarrollando varios proyectos personales relacionados con la criminología ambiental, que he ido trasladando poco a poco a empresas e instituciones, con el fin de evaluar cuál sería su utilidad real (o si la tendrían). Como la respuesta suele ser muy positiva, he seguido trabajando en solitario en dos de los citados proyectos; esto puede resultar chocante porque hay personas que, a la mínima que ven que pueden dejar un proyecto en manos de un interesado, no dudan en hacerlo… no lo juzgo porque no es un enfoque ni malo, ni bueno; simplemente, es un enfoque. Pero si hay algo que he aprendido a la hora de presentar proyectos de criminología a terceros, es que conviene evaluar con la cabeza muy fría las ofertas, oportunidades y colaboraciones que se cruzan en el camino.
En mi caso, si tengo un proyecto que interesa (no a una, sino a varias personas), que parece que tiene futuro, y que puede generar varios beneficios (no solo económicos), ¿me interesa compartirlo, soltarlo o venderlo a la primera oportunidad que se presente? Esto es un poco como invertir en bolsa, que si vendes tus acciones a la mínima que la tendencia es ascendente, y después la racha sigue, has dejado de ganar X. La diferencia entre ciertos proyectos y la bolsa es que aquí no hay quiebras ni devaluaciones: cuanto más haces crecer algo, más aprendes y más valor le aportas. Como decía antes, si me deshago del proyecto a la mínima, es seguro que dejará de crecer, y cuando ya he invertido camino de seis años en ello, y veo que sigue interesando, creo que lo mejor que puedo hacer es no sucumbir a la «desesperación del criminólogo» (que, con perdón, se parece un poco al «síndrome del perro apaleado»).
Si algo está claro, después de haber mantenido varias reuniones y conversaciones con arquitectos y planificadores urbanísticos de varios ayuntamientos, es que hay una serie de necesidades que se pueden cubrir desde la criminología ambiental, por lo que he decidido seguir trabajando en la sombra en los proyectos que ya estaban ahí, y desarrollar uno nuevo para mostrar varias aplicaciones de la CPTED de nueva generación. Ahí es donde entran en juego mi nueva web, las «Guías CrimiPerito», y la publicación «Aseos públicos seguros», ¡y es que todo está conectado!
Escribir «Aseos públicos seguros» ha sido un soplo de aire fresco: primero porque he visto que es mucho mejor abarcar algo tan amplio como es la CPTED, desde ejemplos y aplicaciones concretas, y segundo porque me ha dado la oportunidad de contactar con criminólogos del otro lado del mundo (¡literalmente, porque son de Nueva Zelanda! En concreto de las universidades de Waikato y Auckland). En inglés hay algunas publicaciones sobre cómo aplicar la CPTED a los aseos públicos (especialmente los de lugares cerrados), pero no existía nada en español sobre el tema, ni nada centrado en los aseos públicos portátiles (cabinas). Me ha sorprendido ver como el libro ha interesado también a nivel internacional, y de hecho, una de las fotografías que lo ilustran está cedida por Denis Burchill, de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda. Nunca me había planteado la posibilidad de traducir un libro al inglés, pero veré si en un futuro merece la pena hacerlo con esta u otras de las guías.
Lo que más me ha gustado de la experiencia de sacar este libro es que he aprendido muchísimo: mientras lo escribía (incluso creo que el tema da para más), mientras intercambiaba impresiones sobre la seguridad de los aseos públicos y la CPTED aplicada con criminólogos de la esfera internacional, y mientras lo gestionaba todo para la auto-publicación, que es la primera vez que lo hago (tanto diseñar la portada, como manejar el proceso en la plataforma KDP, han sido retos de lo más entretenidos).
Aunque tengo muchas ganas de publicar el siguiente libro, no sé si de por medio se colará otra de las «Guías CrimiPerito», pero es seguro es que hay CPTED para rato porque tengo pendiente un paper para enero, que también trata sobre ello.
En cualquier caso, quiero aprovechar para darle las gracias a todos los que adquirieron mi primer libro, porque eso me ha permitido invertir en esta nueva publicación y las que están por venir. También a los que me han atendido en persona o al teléfono para que les diera la vara con la criminología ambiental y la CPTED, y en especial a los que se leyeron los tochos que les di y me animaron a publicar guías sobre los temas concretos que más les preocupan.
Ahora toca seguir aprendiendo, seguir trabajando, y seguir intentando abrir camino para la criminología —ambiental o no—, porque todavía nos quedan muchas oportunidades por descubrir y muchas puertas a las que tocar antes de «quemar los cartuchos».
Otras novedades
La primera novedad es que, mi primer libro, «Luces y sombras en criminología», ya se puede adquirir a precio de coste desde hace unos días (básicamente, esto quiere decir que está tirado de precio si lo compráis desde España). Aquí os dejo la que fue su presentación en 2015, y el link directo a Amazon.
Otra novedad importante es que vuelvo a emprender como criminóloga freelance después de un tiempo necesario de barbecho y preparación. Aunque he tenido la ocasión de participar en algún caso interesante en primavera-verano, me he centrado en rehacer mi web (www.crimiperito.es) por completo, y preparar todo el material necesario para ofrecer servicios (que no es poco). Si os interesa saber qué puede hacer un criminólogo como perito y asesor, os invito a visitar la web de CrimiPerito, un proyecto que lancé en 2012, que se ha transformado varias veces desde entonces, y que por fin creo que tiene la consistencia que he buscado todos estos años (aunque seguirá mejorando, eso seguro).
También he obtenido ideas y recursos muy interesantes de cursos para emprendedores, que me he esmerado en intentar adaptar a la situación particular del criminólogo como profesional independiente; más adelante espero compartir parte de lo aprendido a través de este blog. Mientras tanto, sigo trabajando en el manuscrito de la que será mi obra más larga hasta la fecha, un libro sobre criminología que ya va tomando la forma de un pequeño manual; aún me quedan por delante muchos meses de investigación y redacción, y por eso prefiero no revelar la temática concreta hasta que lo tenga casi terminado.
Hasta la próxima entrada.
Enhorabuena por esta publicación y por tus proyectos que van creciendo. Un saludo.
Muchas gracias; ahí voy, pasito a pasito. Me estoy dando cuenta de que, con este libro, parece que me centro en temas super específicos, jajaja, pero equilibraré la situación más adelante con nuevas publicaciones 🙂
A mi me parecer normal publicar un pequeño libro (100 páginas) sobre un tema muy específico. A veces un paper se queda corto. Saludos.