Como muchos sabréis, ayer fue detenido el presunto ‘pederasta de Ciudad Lineal’. Con la avalancha informativa a la que nos están sometiendo ahora (que para colmo se desarrolla también a escasos metros de donde vivo), llega también el momento en el que los criminólogos nos tiramos de los pelos; de nuevo se habla sin fundamento de tasas de reinserción y de criminalidad, de cadenas perpétuas y de castraciones químicas.
Así es como me siento hoy, y por eso lo comparto. También soy persona, tengo debilidades y defectos. Pido perdón de antemano si alguien se ofende leyendo mi artículo.
Unos no controlan sus impulsos, otros no controlan su lengua y hoy yo no voy a controlar mi indignación como profesional de la Criminología.