Hace unos días me estaba acordando de una vértebra que me regaló uno de los mejores profesores que he tenido, que no es otro que el Dr. José Delfín Villalaín.
Tuve la suerte de tenerle a él -y a la brillante Dra. María Teresa Ramos-, en dos universidades (San Pablo CEU y Camilo José Cela), y en diferentes asignaturas relacionadas con la Medicina Legal y Forense.
Él me regaló una vértebra con motivo de haber realizado un trabajo voluntario, en el que quise fotografiar uno de los huesos que teníamos en el laboratorio de prácticas en la Licenciatura de Criminología, allá por 2008 (en la entrevista que comparto más abajo, podéis leer que el mismo los trajo). De todos ellos, me llamó la atención una vértebra bastante desgastada. Tenía un color tostado y apenas pesaba.
Por aquél entonces había comprado el que sería mi primer microscopio binocular para hacer periciales (hace años que no lo tengo, pues lo cambié por otro superior), y pensé que era una gran ocasión para hacer un trabajo voluntario para la optativa de «Legislación sobre Medicina Legal».
Al terminar el trabajo, el profesor Villaláin me dijo que me regalaba la vértebra, y desde entonces, la he guardado con gran cariño, hasta que hace unos cinco años mi madre la tiró a la basura por «error» (¡gracias mamá! ¬¬); todavía me pesa mucho el no habérmela llevado con mis cosas cuando me independicé (regla importante: NUNCA os dejéis los huesos en casa de vuestros padres).
Antes de ayer encontré la noticia del fallecimiento del Dr. Villaláin en la web del Colegio Profesional de Criminólogos de Madrid. Puede sonar materialista, pero no os imagináis lo que daría por tener esa vértebra aún, y poder fotografiarla con el microscopio actual, a modo de humilde homenaje a este gran profesor… no es por el objeto en sí, sino por todo lo que representaba para mí. Por suerte, el conocimiento y las ideas que nos transmitía en clase, no se pierden si no se olvidan, y se ponen en práctica siempre que se pueda.
Comparto el trabajo del que os hablo, por si alguien quiere echarle un ojo: Fotografías de una vértebra – Carlota Barrios 2008. Es totalmente anecdótico, pero para mí tiene un gran valor, porque hace aflorar recuerdos acerca de lo mucho que aprendí gracias al Dr. Villalaín.
Dejo aquí también una interesante entrevista que le realizaron en la Universidad Complutense, para quien no haya tenido el placer de conocerle o asistir a sus clases y ponencias, o para quien lo haya tenido y quiera disfrutar con sus palabras un poco más: Entrevista con el Prof. José Delfín Villalaín Blanco
¡Gracias por todo, profesor!
Oh!! También fue profesor mío en la Universidad San Pablo CEU, al igual que su mujer. Siento mucho la pérdida, grandes profesores y profesionales ambos. De aquellos que te dejan huella.
Siento lo de la vértebra aunque lo importante quizás y más nostálgico, siempre sea el recuerdo.
Quería decirte, además, que hace poco que te leo pero me parece muy interesante lo que escribes. Hace muchos años que estudié Criminología, algo que me apasionó en su día y lo sigue haciendo, aunque actualmente dedique prácticamente todo mi tiempo a la Medicina. Un saludo.
Muchas gracias por el comentario Doc. Es curioso ver como, sin importar cuándo hayamos estudiado, muchos criminólogos hemos tenido brillantes profesores en común 🙂
Es bonito saber que nuestros padres dejaron huella. Dedicaron su vida al estudio y somos conscientes de que se preocupaban por formar buenos profesionales.
Gracias por recordarle. Un abrazo.
Gracias a vosotras por tan bello comentario.
Seguro que del CEU compartimos la mayoría. Recuerdo aquella época con mucho cariño (en mi caso del 2001- 2004), pues de ella me llevé grandes personas en el recuerdo que me enseñaron mucho, profesional y personalmente.
Yo estuve en el CEU entre 2004 y 2007, así que casi coincidimos 🙂
Hemos encontrado de casualidad tu recordatorio sobre nuestro padre. Gracias por tus gratas palabras y por tenerle en tan buena estima. Y gracias además por incluir a nuestra madre en este bonito recuerdo.
Un abrazo